sábado, 3 de octubre de 2015

Beethoven: Obertura "Egmont"



El incidente de Teplice
Bettina von Arnim, de soltera Brentano, fue una escritora algo fantasiosa que tuvo la suerte de conocer a Beethoven y Goethe, amén de a muchos otros artistas de la época. Según contó –veinte años después de los hechos– fue ella quien concibió el encuentro de ambos artistas universales en la pequeña ciudad termal de Teplice, en julio de 1812, cuando Beethoven pasó allí el verano para seguir los tratamientos prescritos por sus médicos. Y es ella también la que narra el famoso incidente, cuando Beethoven y Goethe se toparon con el archiduque Rodolfo y la emperatriz, durante un paseo.

Según Bettina, al cruzarse con los príncipes imperiales, Beethoven, veinte años menor que el anciano Goethe, le susurró a éste al oído: siga caminando, tómeme del brazo, son ellos los que tienen que darnos el paso, no al revés. Pero el poeta, respetuosamente, se hizo a un lado y se quitó el sombrero. Beethoven, por el contrario, continuó su marcha impertérrito, sin contestar el saludo de la familia imperial. Al poco, se detuvo para esperar a Goethe. Cuando lo tuvo a su lado, le dijo: "Le he esperado porque le tengo gran respeto, y admiro su trabajo, pero me parece que muestra Ud. demasiada estimación por estas personas". Bettina no cuenta qué habría retrucado Goethe.

Johann Wolfgang von Goethe
(1749 - 1832)
Nada dijo en ese instante, suponemos, pero Goethe sí tenía una impresión del encuentro, no muy alentadora.
En carta posterior a su "asistente musical", Carl Zelter, describió a Beethoven como "una personalidad arisca y hostil que, aunque no se equivoca al decir que el mundo es detestable, no se esfuerza lo más mínimo por hacerlo más habitable o llevadero...".
Sin embargo, en carta dirigida a su esposa, por la misma época, expresa que el talento de Beethoven lo había impresionado, pues nunca antes había visto "a un artista más concentrado, más enérgico, y más profundo."


"Egmont", música incidental
A diferencia de otras oportunidades, el asistente musical Zelter no puso reparos cuando Goethe decidió enviar a Beethoven, en 1809, su tragedia "Egmont" para que el maestro de Bonn escribiera la música incidental. Beethoven vio en ella una oportunidad más de gloria y se aplicó con ahínco al trabajo. Muy respetuoso, casi lisonjero, escribió así a Goethe anunciando que ya había concluido el encargo.

"Pronto recibirá mi música para Egmont, este maravilloso drama que leí y sentí y musicalicé pensando cálidamente en usted. Estoy ansioso por saber lo que piensa de ella. Incluso la censura será beneficiosa para mí y para mi arte, y será tan bienvenida como los elogios sin reservas."

Curioso. Queda claro que Beethoven admiraba "sin reservas" al "más grande poeta alemán", en sus propias palabras, también.

El drama
La obra de Goethe habla de la libertad. Y ello fue lo que entusiasmó a Beethoven, que ya había incursionado en el tema con su ópera Fidelio. La historia de Egmont (un personaje real) transcurre durante la persecución de la Inquisición española a los pueblos flamencos a mediados del siglo XVI. Egmont es un conde católico que finalmente resulta muerto aun cuando la rebelión termina exitosamente.

Obertura y nueve escenas
La primera representación del drama de Goethe con música de Beethoven tuvo lugar el 15 de junio de 1810. La obra completa está conformada por nueve escenas más la obertura, la que se inicia con humor sombrío en un tempo marcado sostenuto ma non troppo, representando la oscuridad y la opresión. El allegro subsiguiente trae a la mente la heroicidad de la lucha. Finalmente, la pieza concluye en un ánimo triunfante y celebratorio.

La versión es de la Gewandhaus Orchestra, dirigida por Kurt Masur.


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6 comentarios :

  1. Como siempre con la Gran Música, las palabras no alcanzan para expresar lo que nos hacen sentir. El corazón late a otro ritmo, el alma se abre, el espíritu vuela.
    Recién estoy descubriendo tu blog, muchas gracias por esta linda selección y por el complemento histórico.

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  2. Hola, Marime: Muchas gracias a ti por tu bello comentario. Saludos.

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  3. Las oberturas del gran sordo están entre las mejores piezas orquestales que se han compuesto, pero esta en particular es una de las más destacadas por el ambiente de extraordinario dramatismo que Beethoven consigue,una música pesada y fatídica,esa potente y oscura introducción con las cuerdas tocando muy fuerte y los vientos replicando suave y luego el tempo más rápido pero igual de oscuro con ese motivo martilleante en las cuerdas esa parte central cesa de manera abrupta para dar paso a la explosión en el presto conclusivo,con la trompeta tocando un tema triunfal encima de las cuerdas. Otra obertura que me gusta mucho de Beethoven es "La consagración de la casa" que creo es la última obertura que compuso.

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  4. Hola, Daniel: Excelente aporte. Muchas gracias. Un saludo.

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  5. Excelente aporte!!! Muchísimas Gracias!!!!

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  6. Hola, Unknown: Gracias a ti por el comentario. Saludos.

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